jueves, 21 de febrero de 2013

La Revolucion Francesa

La Revolución Francesa fue el cambio político más importante que se produjo en Europa, a fines del siglo XVIII. No fue sólo importante  para Francia, sino que sirvió de ejemplo para otros países , en donde se desataron conflictos sociales similares, en contra de un  régimen anacrónico y opresor, como era la monarquía. Esta revolución significó el triunfo de un pueblo pobre, oprimido y cansado de las injusticias, sobre los privilegios de la nobleza feudal y del estado absolutista.
Durante el reinado de Luis XIV (1643-1715) (foto), Francia se hallaba bajo el dominio de una monarquía absolutista, el poder de rey y de la nobleza era la base de este régimen, pero en realidad el estado se encontraba en una situación económica bastante precaria, que se agravó por el mal gobierno de Luis XV (bisnieto de Luis XIV), y que tocó fondo durante el reinado de Luis XVI, gobernante bien intencionado, pero de carácter débil, por lo que se lo llamaba el buen Luis. 

 El primer estado era la Iglesia; sumaba unas 120.000 personas, poseía el 10% de las berras de Francia y no pagaba impuestos. Recibía de los campesinos el “diezmo”, es decirla décima parte del producto de sus cosechas. Sólo la Iglesia podía legalizar casamientos, nacimientos, y defunciones, y la educación estaba en sus manos.
El segundo estado era la nobleza, integrada por unas 350.000personas. Dueños del 30 % de las tierras, los nobles estaban eximidos de la mayoría de los impuestos y ocupaban todos los cargos públicos. Los campesinos les pagaban tributo y sólo podían venderles sus cosechas a ellos. Tenían tribunales propios, es decir que se juzgaban a sí mismos.
El tercer estado comprendía al 98% de la población, y su composición era muy variada. Por un lado estaba la burguesía, formada por los ricos financistas y banqueros que hacían negocios con el estado; los artesanos, funcionarios menores y comerciantes. Por otra parte, existían campesinos libres, muy pequeños propietarios, arrendatarios y jornaleros. El proletariado urbano vivía de trabajos artesanales y tareas domésticas. Finalmente estaban los siervos, que debían trabajo y obediencia a sus señores. El tercer estado carecía de poder y decisión política, pero pagaba todos los impuestos, hacia los peores trabajos y no tenía ningún derecho. La burguesía necesitaba tener acceso al poder y manejar un estado centralizado que protegiera e impulsara sus actividades económicas, tal como venia ocurriendo en Inglaterra.
Viendo la difícil situación económica que se asomaba, la nobleza exigió que se llamara a Estados Generales, para el tratamiento de una ley de impuestos. La monarquía prácticamente arruinada económicamente y sin el apoyo de gran parte de la nobleza, estaba en la ruina.
Cuando se reunieron en los Estados Generales (1789), la situación de Francia estaba sumamente comprometida, ya que el pueblo no soportaba más tan penosa vida, y existía un gran descontento social. Como se dijo, las clases sociales existentes en ese momento eran: la nobleza, el clero y la burguesía, pero al contar los votos de la nobleza y del clero, que pertenecían a un estamento privilegiado, superaban en número a la burguesía, y por lo tanto siempre se tomaban las decisiones que a esta sector le convenía. Solucionado este sistema de conteo, el tercer estamento (la burguesía) pudo tomar el control de la situación, y comenzó a sesionar como Asamblea Nacional,  y juraron solemnemente que ésta no se disolvería hasta tanto no se logre conformar una Constitución Nacional. 
 
 En 14 de Julio de 1789, la burguesía se vio apoyada por un gran sector explotado por la nobleza, los campesinos, que en medio de una agitada multitud revolucionaria formada por hombres y mujeres, saturados de injusticias y de hambre, se dirigen violentamente a la Bastilla, símbolo del régimen absolutista, donde funcionaba como cárcel de los opositores al sistema de gobierno, y toman la toman por la fuerza. Esta demostración atemorizó a los partidarios del antiguo sistema, y sirvió para inclinar la balanza en favor de los revolucionarios, desplazando así del poder a los nobles y partidarios del absolutismo.
Paralelamente se produjo en las zonas rurales levantamientos de los campesinos contra los señores feudales, lo cuales fueron asesinados, y sus castillos saqueados e incendiados. A este movimiento social por la justicia y fraternidad de los hombres en 1789, se lo conoce como el Gran Miedo.
La Asamblea Nacional estaba formada por la burguesía, que inicialmente para luchar contra la monarquía, lo hizo en forma unificada, pero en realidad la burguesía no era una clase social homogénea, sino que estaba dividida en la alta burguesía –banqueros, financistas, comerciantes, propietarios- y en la baja burguesía formada por los profesionales (abogados y médicos), pequeños comerciantes y dueños de talleres.
Cuando llegó el momento de decidir por la forma de gobierno, la alta burguesía apoyó a los girondinos, oriundos de la provincia de La Gironda, que querían llegar a un acuerdo con la monarquía e instaurar una monarquía constitucional, es decir, tenía una actitud moderadora respecto a los cambios políticos.
Por otro lado estaban los jacobinos, que tenían ideas más revolucionarias y de cambios radicales, con tendencia a la instauración de una república democrática, con derechos a la participación política y con la aplicación de medidas más equitativas para la repartición de la riqueza y la lucha contra el hambre popular. Dicho nombre proviene de que se reunían en asambleas, llamadas clubes , en un convento ubicado sobre la calle San Jacobo.
Los diputados de la asamblea, decidieron eliminar los privilegios de la nobleza, se les obligó a pagar impuestos y se eliminó el diezmo a la Iglesia. Pocos días después la asamblea dicta la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, esta proclama se transformó en la síntesis de las ideas revolucionarias, basadas en tres banderas: igualdad, fraternidad y libertad.

lunes, 18 de febrero de 2013

Reformas borbónicas en Nueva España

Las reformas borbónicas en la Nueva España fueron la serie de cambios administrativos aplicados por los monarcas españoles de la casa de Borbón a partir del siglo XVIII. Estas reformas buscaban remodelar tanto la situación interna de la península como sus relaciones con las colonias. Ambos propósitos respondían a una nueva concepción del Estado, que consideraba como principal tarea reabsorber todos los atributos del poder que había delegado en grupos y corporaciones y asumir directamente la conducción política, administrativa y económica del reino.
 
Carlos II, último rey de la casa de Habsburgo, murió sin dejar descendencia directa, de modo que el trono español fue ocupado por Felipe de Anjou-Borbón. Para la Nueva España, la aplicación de la cédula aparte de provocar una severa crisis de capital, las relaciones entre la Iglesia y el Estado; desde entonces esos dos poderes no sólo rompieron los lazos de unión que tuvieron en el pasado, sino que se convirtieron en facciones antagónicas. Las reformas borbónicas también afectaron al Consulado de Comerciantes de la ciudad de México; esta corporación, que había acaparado el comercio exterior e interior del virreinato por medio del sistema de flotas y del control de los puertos, perdió su enorme monopolio con la expedición de las leyes sobre la libertad de comercio. Al mismo tiempo, la supresión de los alcaldes mayores, agentes comerciales del Consulado en los municipios del país y en las zonas indígenas, acabó con la red de comercialización interna y rompió el lazo político que permitía a los comerciantes de la capital controlar los productos indígenas de mayor demanda en el mercado exterior e interior.
Al parecer los reformadores borbónicos encabezados por Gálvez, no tenían una visión completa del sistema económico en la Nueva España. Aunque es cierto que muchos alcaldes mayores eran corruptos y abusaban de su autoridad, el repartimiento del comercio era mucho más que un mero mecanismo de explotación; constituía el más importante sistema de crédito para las comunidades indígenas y los pequeños agricultores.
Los alcaldes mayores se beneficiaban porque proporcionaban a crédito servicios necesarios: distribuían semillas, herramientas y otros bienes agrícolas básicos; facilitaban la compra o la venta de ganado, y con frecuencia vendían los productos de algunos grupos que quizá no hubieran encontrado otra forma de colocar su producción. Todo esto fue interrumpido con el decreto que suprimía las decoraciones
 


jueves, 7 de febrero de 2013

Las reformas politicas y economicas


En terminos economicos la iglesia centraba grandes propiedades que, a los ojos del rey estaban desaprobechadas.
Sus sistemas juridicos fueron sustituidos por el derecho castellano en los decretos de nueva planta.

En la burocracia, los poderosos  colegiales mayores fueron remplazados por universitarios. 
Se indrodujo figura del intendente tomando el sistema de administracion. Tambien cambiaron los tratos de la iglesia. Los monarcas limitaban las relaciones que Inglaterrra y Francia mantenia con sus colonias. 

Los resultados económicos de esta "política neocorporativista" de pactos sociales (Pérez Díaz, 1987) fueron globalmente positivos, aunque con ciertas salvedades. Por un lado, los pactos favorecieron la consolidación de una economía de mercado y la legitimación del sistema capitalista en la nueva Constitución de 1978. El capitalismo nunca había sido plenamente aceptado por la sociedad española y la cultura católica tradicional había sido contraria a la economía de mercado. El régimen de Franco no sólo no contribuyó a consolidar el capitalismo, sino que contaminó su escasa legitimidad al no ser el suyo un capitalismo "competitivo", sino "asistido" (Maravall, 1991). Los Pactos de la Moncloa y la nueva Constitución ayudaron a que la población en general aceptara la idea de capitalismo y de economía de mercado como la mejor opción disponible, así como a introducir la posibilidad de negociación en todos los niveles de la vida política a través de los representantes electos de los diferentes grupos de intereses.
 Durante el proceso de integración en la CE, España ha continuado introduciendo importantes reformas económicas. La liberalización comercial ha sido prácticamente total, en la medida en que la integración española ha coincidido con la introducción del Mercado Unico y la creación del España Económico Europeoa través de la total apertura de la CE a la EFTA.

lunes, 4 de febrero de 2013


Lo que vimos hoy fue lo siguiente:

     "El absolutismo ilustrado''

El absolutismo es una forma de gobierno en la cual el poder reside en una única persona, a quien deben obedecer todas las demás, sin rendir cuentas al parlamento ni al pueblo.
Abarcó los siglos XVI, XVII, XVIII y la primera mitad del XIX, cuando la influencia política de la nobleza declinó, aunque manteniendo el régimen feudal que mantenía su preponderancia en la sociedad de la época. La teoría del derecho divino del poder real o del absolutismo teológico nació en Francia en el último cuarto del siglo XVI y en el ambiente de las guerras de religión.                                                                                                                     Aunque en Europa la divinización del monarca nunca llego tan lejos como en Asia (donde en algunos países se indentificaba al rey con el mismo Dios) el rey siempre tuvo cierto poder sobre las iglesias nacionales a través del regalismo.

La dinastía de los barbones se apodero de la monarquía. Implanto un modelo diferente de gobernar caracterizado por una mayor centralización el poder y finanzas. Una reorganización territorial, mayor control político de las posesiones coloniales. 
 Estos cambios llegaron al trono en el momento que tenia mas fuerza las ideas ilustradas. 
El absolutismo ilustrado privilegiaba los intereses del monarca. 
En hispanoamerica este modelo significo la reestructura de la administración virreinal.  
 
 Ejemplos sobre el poder absoluto del monarca: